viernes, 12 de septiembre de 2008

Reportaje a Cactus, el mejor amigo





Para tener un poco de data antes de hacerle un reportaje al Señor Cactus fuí a la página "El sitio de Pappo" donde encontre anecdotas que pintan de cuerpo y alma la relación que aún une a estos dos seres, en "el anecdotario" cuenta, por ejemplo Felipe Angelizzi (presentador) la vez que se perdió Cactus en Mardel, se quedaron tres días buscandolo, alquilaban caballos al atardecer para recorrer las playas, el Carpo salio en la TV local pidiendo ayuda y ofreció una de sus violas como recompensa, hasta que al fin lo recupero. Otra de las anedas es la que relata Fabian Giordano (Sonidista), el cual nos cuenta que en un boliche de Rosario no querian dejar pasar a Cactus. Pappo le dijo al bolichero que si no lo dejaban pasar con su perro, él no entraba a tocar, Por supuesto le dijó que pasara. Cactus se acostó en la puerta del baño de mujeres y Pappo se tiró a dormir un rato, con la cabeza apoyada en la panza de Cactus.


Estas anecdotas de Cactus y Pappo son más extensas y hay muchas más a lo largo del camino emprendido juntos.


10.30 de la mañana, llegando a la casa de Pappo, en la Paternal, la puerta se abre y en un sillón de cuero nos recibe Cactus (envuelto en su bata y con un Dog chow entre los dientes), la pregunta en cuestión era su relación con el Carpo, la respuesta:


- Tuve la fortuna de haber sido elegido por Pappo para compartír la vida, nunca jamás él, me hizo sentír que era su mascota, y creo que el tampoco lo sentía, siempre fuí su compañero, un cable a tierra, una conexión entre su persona y el artista, un nexo entre la fama y los grandes recitales, entre el barrio y el Madison.


Mi vida con el Carpo no fue, digamos, una vida de perro "normal", he recorrido la Argentina varias veces en gira, me he subido a los escenarios más deseados por muchos de los actuales artistas, he participado en sus videos, en varios programas de TV, hoy me pueden ver retratado en el mural que enriquece su taller de la Paternal por donde todos los días transito, soy reconocido por los grandes musicos, que me saludan cariñosamente cuando me encuentran por ahí, y como corolario de esta vida con el Carpo, me compuso un blues; Simplemente podría decir que me quizo como soy, me educó, me eligió para compartír su vida... y no lo defraudé... aquí estoy.


El reportaje concluyó, no había más que preguntar ni decir, nos despedimos en la puerta de su casa, Cactus, fiel a su naturaleza, nos mueve la cola y sigue esperando el regreso de su dueño, en el aire se escucha la voz y la guitarra de Pappo... - "Es mi perro, es perfecto, y ama los blues".



2 comentarios:

Unknown dijo...

UN BESOTEEE A CACTUS!!
conmigo siempre fue educadito y cariñoso.
saludos.Ruty.-

Eduveterinario dijo...

Fui su veterinario, lo traia el Carpo con su sobrina

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